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Desde antes que naciera mi hija yo sabía que aprendiendo y desarrollando oficios iba a poder solucionar muchas cosas.Tejiendo nos podemos abrigar. Cosiendo podemos hacer y reparar. Siempre he visto a las agujas como poderosas herramientas. Y eso es lo que he querido trasmitirle en estos casi 5 años. Un amor y agradecimiento profundo a los oficios y materiales que se nos entrega para poder crear. Y ese amor ya lo he visto cuando observo sus manitos eligiendo colores, cuando la veo siendo libre con la aguja, cuando ha querido hacer un bordado para regalar. Despertar éste interés en ella ha sido una de las cosas más linda en este camino de la maternidad.
Siento que nací tejiendo. Desde que nací recuerdo a mi Mamá y a mi abuelita creando con palillos. Me encantaba mirar como punto a punto podían crear hermosas prendas únicas. Y ahora que soy Mamá intento traspasarle ese amor por las manualidades a mis pequeñas. Cómo olvidar tardes enteras tejiendo con la Mamy a la luz de la chimenea. Son momentos que quedarán por siempre en mi corazón.
El significado de las manos y todo lo que puedo crear con ellas tiene directa relación con mi mamá. Desde chica he descubierto y vivido las manualidades a su lado, por eso no me extraña que hayamos terminado creando “fatto” juntas. Esto, sin quererlo, a estrechado nuestra relación, nos entendemos mejor y creo que hemos llegado a admirarnos como nunca.
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